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VIVIR EN RIBADEO. José María Rodríguez Díaz (2007)


   Unha entrada en certo xeito atípica do extinto blog de José María, na que manifesta a súa querencia por Ribadeo e as súas posibilidades para a xente de aquí e para os turistas, ó tempo que pon como contraste as necesidades para que resalte ese aprezado Ribadeo.

Miércoles, 28 de marzo de 2007


VIVIR EN RIBADEO


• Publicado por jmrd_ribadeo a las 17:22

En estos tiempos de crispación, rodeados constantemente por problemas de todo tipo, económicos o políticos, laborales o existenciales, vivir en una villa pequeña es ciertamente un privilegio. Y Ribadeo es una de esas villas que tiene el privilegio de reunir en sí misma las ventajas que ofrece la vida de la ciudad por los muchos y buenos servicios de que dispone, y el silencio y la tranquilidad de que goza el mundo rural. Un equilibrio de situaciones que hacen que la vida en esta villa parezca un paraíso. Y la gente lo sabe. Lo demuestra el aluvión de familias que constantemente se acercan a Ribadeo en busca de un prolongado descanso o para fijar en ella su residencia.


Su especial situación geográfica, a la orilla del mar, la hacen acreedora de innumerables atractivos para que la gente pueda disfrutar de sus encantos. Las muchas opciones que ofrece, tanto para el deporte en el mar o en el río, como para los paseos por sus cercanos entornos o el senderismo por esos encantadores parajes de sus montañas y ríos, hacen de Ribadeo un lugar ideal para disfrutar de una vida cómoda y grata. El paseo hasta el faro, pasando por O Cargadoiro, o el paseo marítimo, el recorrido a lo largo de toda su costa admirando sus muchas calas y playas hasta la de Augas Santas, una excursión hasta el Mondigo, su montaña más alta, o hasta Remourelle con sus horizontes de ensueño, una visita al Mirador de Santa Cruz para contemplar las excelentes panorámicas de la ría de Ribadeo, son todas posibilidades magníficas para disfrutar de la vida, que están al alcance de cualquiera que resida habitualmente en Ribadeo.


La abundancia y calidad de su comercio y hostelería, las posibilidades culturales que ofrece constantemente son otros tantos factores que no desmerecen de las posibilidades que se pueden encontrar en cualquier ciudad. Y para el que busca el silencio y la tranquilidad de la vida, en esta villa puede encontrar unos hermosos espacios que pueden llenar su vida con esa paz y silencio monacal del que carecen las grandes ciudades.


Pero, naturalmente, Ribadeo no es el paraíso. Tiene importantes carencias que debe aún resolver para dar plena satisfacción y cumplimiento a las necesidades de los vecinos que la habitan. Después de este largo período de desordenado crecimiento demográfico y habitacional es de esperar que las cosas se vayan solucionando y encontrando el obligado equilibrio que necesita. Una de sus principales carencias es, sin duda, un adecuado plan de desarrollo urbanístico y una apropiada regulación de la circulación por calles y avenidas, así como el establecimiento de cómodos y céntricos lugares de aparcamiento. El acondicionamiento de sus calles y aceras, así como la limpieza de sus rincones y el adecentamiento de las fachadas de sus edificios es otro reto que tiene pendiente de solución. Y entre todas las prioridades, recuperar la belleza de lo que es el icono más importante de Ribadeo: la Torre de los Moreno. Y no es de menor importancia, tampoco, saber encontrar el debido equilibrio entre lo que es el derecho al descanso de los vecinos y a la diversión de la juventud a fin de encontrar la óptima solución a favor de lo que es prioritario entre los dos.


Hay, eso sí, quienes, como el portavoz del BNG, Fernando Suárez, están empeñados en convertir esta villa en ‘unha pequena cidade humanizada’, con muchos árboles y calles peatonales. Pero una villa sin aparcamientos para los coches y atravesada por una autovía nunca podrá ser un referente de belleza y tranquilidad.


A los poderes públicos incumbe encontrar la solución y el equilibrio que necesita para que Ribadeo pueda seguir conservando ese atractivo histórico que siempre la distinguió entre todas las villas de su entorno. No hace falta hacer grandes milagros para tratar de complementar lo que la naturaleza ya nos ofrece. Es suficiente ser conscientes de lo que tenemos y velar para que nunca desaparezca.-

José Mª Rodríguez

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Comentarios

• Fecha: Miércoles, 28 de marzo de 2007

• Hora: 22:09

Autor: agremon

Un pequeño comentario: es cierto y estoy de acuerdo en que para mucha gente, Ribadeo es un lugar tranquilo, silencioso, pero… para algunos vecinos, no. Algo que se manifiesta con frecuencia, como manifiestas.


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