Un texto máis de José María que pode lerse en clave de hoxe con tranquilidade, aínda que non haxe previstas eleccións por estes lares nun período relativmente amplo…
Lunes, 13 de junio de 2011
UNA NUEVA ETAPA
- Publicado por jmrd_ribadeo a las 19:47
Decir que los ciudadanos están hastiados de la clase política no es ningún tópico. Es una triste realidad que todos los días se palpa en el ambiente, en las tertulias del café, en los artículos de opinión, en los comentarios de la calle y en las indignadas protestas de los ciudadanos. La misma presencia de los Indignados en las calles y plazas de toda España son prueba evidente del general descontento de los ciudadanos. El alto puesto que ocupa este rechazo social a la clase política, en la escala de las encuestas del CSIF, lo demuestra. Las razones y causas por las que se llegó a esta repulsa de la clase política son muchas y evidentes. Están en la memoria de todos.
Y en este ambiente de rechazo y repulsa el pueblo de Ribadeo acaba de elegir a su alcalde. Los electores, por una gran mayoría, han señalado a su candidato preferido para dirigir los destinos de la res pública de nuestro concejo durante estos próximos cuatro años. El agraciado ha sido Fernando Suárez Barcia, candidato del BNG en las elecciones y que ya gobernaba los destinos de este concejo en el mandato anterior. Suya es ahora, junto con los seis concejales de su partido que le acompañan, la responsabilidad de dirigir los futuros destinos de Ribadeo.
La declaración de intenciones hecha por el candidato elegido en su brillante discurso de investidura marca un nuevo hito esperanzador en esta nueva etapa por sus promesas sobre las nuevas relaciones del concejo con los administrados. En sus manos está que, al menos en el ámbito local, los ciudadanos recuperen la confianza perdida en la clase política. Sólo una acción de gobierno basada en los principios de transparencia real y no simulada, igualdad de trato sin soslayadas discriminaciones, responsabilidad en la administración de los recursos públicos sin concesiones a la apologética partidista o a los caprichos personalistas, junto con una gestión austera y honesta como corresponde a estos tiempos de profunda crisis, puede devolver a la clase política el crédito perdido entre los ciudadanos. Teniendo en cuenta, para evitar el excesivo optimismo derivado del triunfo electoral, que no siempre el respaldo mayoritario de un pueblo a su pasado gobierno es garantía de acierto en la gestión. Pues no necesariamente han de coincidir las opiniones y gustos mayoritarios de la gente, el ‘panem et circenses’ de los romanos, con las exigencias de un buen gobierno de la cosa pública.
En manos del alcalde está que el comienzo de esta nueva etapa pueda ser esperanzador para Ribadeo. Las promesas de su discurso de investidura a los ribadenses ofrecen una nueva ilusión a una sociedad decepcionada por el comportamiento de la clase política. Sus promesas sobre las nuevas formas de ejercer la representatividad otorgada por las urnas tienen que verse respaldadas por su comportamiento político en su relación con los administrados. El cumplimiento de la promesa, hecha en su discurso de investidura, de gobernar atendiendo las demandas sensatas y prioritarias del pueblo de Ribadeo en estos tiempos de crisis que se avecinan será estrechamente analizada por los vecinos de Ribadeo, después da tantas experiencias, engaños y fracasos sufridos en pasadas ocasiones.
Pero estas exigencias de la ciudadanía al equipo de gobierno son extensivas, también, a los demás grupos políticos, ahora en la oposición, que han recibido el respaldo de los ciudadanos. Desde su posición de vigilancia y control del gobierno local en el consistorio están llamados a contribuir con todas sus fuerzas a alcanzar los objetivos que afecten al bien de los ciudadanos, evitando asechanzas y zancadillas de puro desgaste en beneficio de sus opciones personales y partidistas. Elegidos por los ciudadanos, no para la defensa de sus propios partidos políticos, sino para trabajar a favor del interés general, se espera de ellos su total disposición a colaborar todos juntos en la consecución de los mejores objetivos para el concejo de Ribadeo.
Del buen uso que todos ellos hagan de la representatividad otorgada por los vecinos dependerá la respuesta que deban recibir de los ciudadanos. El peligro de dejarse arrastrar por la complacencia y la adulación el nepotismo y el abuso de poder, en detrimento de la lucha por los auténticos objetivos que demanda este concejo, deben poner en alerta a nuestros representantes, pues el poder que se les dio fue para servir y no para ser servidos.
