Non foi a primeira vez que José María fala do tema dos 68 000 € prometidos ós funcionarios…
Sábado, 07 de agosto de 2010
LA BOLSA DE LOS 68 000 EUROS Y OTROS PRIVILEGIOS
• Publicado por jmrd_ribadeo a las 16:55
El malestar que se vive en las entrañas de nuestro concejo ha trascendido al pueblo a través de los medios de comunicación. Las partes en discordia son, por una parte, el alcalde y ciertos funcionarios, por otra. La causa del malestar, una bolsa de 68 000 euros que el alcalde, disconforme con las pretensiones de los funcionarios, se niega a repartir entre ellos.
Los funcionarios, empeñados en cobrar los famosos 68 000 euros, concedidos a mayores por un Pleno Municipal de hace tiempo, así como la aplicación de un Plan especial de Pensiones por si no fuera bastante el que contempla la Ley General de la Seguridad Social para todos los españoles, se revolvieron contra el alcalde que no cede a sus pretensiones, acusándolo del deterioro de su imagen pública ‘echándoles encima a la gente’, según dicen. Y no contentos con esto recurren ante la justicia los Presupuestos Municipales por sentirse lesionados en sus derechos económicos. Y mientras esto sucede en nuestro concejo y algunos de los funcionarios denuncian el Presupuesto ante los tribunales, en la vecina comunidad asturiana, por el contrario, su gobierno procede a anular el Plan de Pensiones de sus funcionarios por causa de la crisis.
Pero, ¿en dónde tuvo su origen esta famosa bolsa de los 68 000 euros? En aquellos tiempos pasados, cuando ciertos alcaldes, después de asignar a los funcionarios una subida salarial escandalosa, como así lo reconoce la misma Universidad de Santiago de Compostela en su Informe, no contentos con eso, acordaron en un famoso Pleno Municipal premiar la ya de por sí privilegiada situación económica de los funcionarios con el reparto de una bolsa de 68 000 euros para paliar con ellos los agravios comparativos ocasionados por los propios alcaldes y el regalo de un Plan de Pensiones con cargo a nuestros bolsillos. Privilegios salariales otorgados a los empleados más significados del concejo como contraprestación al apoyo prestado por ellos a la pacífica gestión municipal de los alcaldes. Lo que vulgarmente se entiende como compra de voluntades para sacar así adelante más cómodamente las carencias de su gestión. Y a esta actitud, los funcionarios que entonces se aprovecharon inicuamente de la debilidad y dependencia de los alcaldes, rechaza ahora asumir el sacrificio que todos estamos asumiendo en estos tiempos de crisis, incluidos los funcionarios del Principado
Y ahora nos encontramos con que el alcalde actual, que entre sus muchas virtudes figura también el defecto de reaccionar, a veces, demasiado tarde para prever las consecuencias de sus actuaciones, se encuentra ahora aislado y boicoteado en su labor administrativa y gestora frente al concejo.
Y enfrente de este problema, como observador y titular del concejo, se encuentra el pueblo de Ribadeo, que rechaza y critica esta actitud de sus funcionarios con sueldos extraordinarios y privilegios excepcionales que con sus reclamaciones insolidarias, sobre todo en estos tiempos de crisis e inseguridad económica, tratan de boicotear la marcha del concejo exigiendo insaciables cada vez más privilegios de los que carecen los demás mortales. Exactamente lo mismo que ocurre con los controladores aéreos que están cosechando el rechazo general de la población con sus extraordinarias pretensiones económicas.
¿Y qué hace la oposición mientras tanto? Los partidos de la oposición, como no cabía esperar otra cosa de quienes, en vez de velar por los intereses generales del concejo, se preocupan de cómo derribar al enemigo, que en este caso es el alcalde actual, se dedican a apoyar las pretensiones de los funcionarios en contra del alcalde. En todo caso, no me extraña la postura mantenida por el PP y por el PSOE, verdaderos responsables de esta situación de privilegios. Me extraña la actitud del grupo UPRI cuando afirma que ‘el asunto no es cuánto gana uno, sino cuánto vale’. Porque, según este axioma propugnado por UPRI, resultaría que a algunos funcionarios del concejo de Ribadeo habría que asignarles el salario mánimo interprofesional.
¿Tiene remedio esta sorprendente situación? El concejo está económicamente estrangulado por un funcionariado excesivo en número y abusivamente pagado. La aprobación de una nueva RPT, ajustada a la categoría y necesidades del concejo de Ribadeo y las circunstancias que impone la crisis, requisito que no reúne la redactada por la USC, necesitaría para salir adelante del consenso de los partidos políticos. Un extremo impensable cuando todos sabemos que lo que los partidos buscan no es precisamente el bien general del concejo, sino la ocupación del poder. Y la ocupación del poder requiere desalojar al oponente a costa de lo que sea, en vez de colaborar con el. Utilizando incluso el descontento de los funcionarios.-
