Un pregón ó que non lembro ter asistido, algo que lamento despois de ler a crónica que fai José María.
E unha nota: entre a entrada do blog de José Mª do 3 de xullo de 2010 e esta, do 17 de xullo de 2010, e dada a regularidade da que fan gala os post de José María, tocaría haber outra entrada de, seguramente, o 10 de xullo de 2010. É posible que ó facer a copia entrada a entrada, se me despistara unha delas e agora vexamos só o oco, pero non teño xeito de saber se é así ou non, ou, no caso de que sexa así, de recuperala, polo que quedaremos coa incógnita.
Sábado, 17 de julio de 2010
EL PREGÓN DEL CARMEN
• Publicado por jmrd_ribadeo a las 19:49
El pasado día 15 de julio, el salón del Teatro de Ribadeo, era escenario del Pregón de las fiestas de Ntra. Sra. del Carmen de Ribadeo. El pregonero, un ilustre hijo de esta villa, de los pocos ilustrados que quedan en Ribadeo pertenecientes a la vieja cantera, llenó de gente el aforo del mencionado Teatro. D. Víctor Moro, tan admirado y querido en esta villa por su acendrada y apasionada defensa de los valores y tradiciones de Ribadeo y por sus aportaciones y consejos dirigidos a la recuperación de su historia y cultura, deleitó a los asistentes con una emotiva intervención de media hora de duración en la que se dedicó a ensalzar las virtudes de las gentes del mar y de su patrona, la Virgen del Carmen, así como los valores históricos del Ribadeo de nuestros antepasados.
Empezó su hermoso pregón ensalzando la figura de la Virgen del Carmen y su relación con el mar y la vida de los marineros, proclamando especialmente la devoción de los navegantes a la Virgen de Vilaselán, tan próxima a Ribadeo, en cuyo santuario de guardan numerosos exvotos y narraciones de antiguos naufragios, como el ocurrido en el año 1775 al paquebote ‘Purísima Concepción’ en aguas inglesas, cuyo relato se guarda en una tabla en el mencionado santuario, y todos ellos testigos de la devoción marinera de que goza la Virgen de Vilaselán. Después de comentar el origen de la advocación de la Virgen del Carmen, importada a Europa desde el Monte Carmelo por los carmelitas, y del fomento de su culto por Santa Teresa de Ávila, explicó la relación entre las estrellas, como guías de los navegantes, y la Virgen María convertida en Estrella de los Mares y brújula de los navegantes. Una íntima relación que tiene su máxima expresión en las innumerables celebraciones marianas por parte de los marineros que en estas fechas tienen lugar en todos los puertos de nuestra geografía. Rememoró a este propósito, y lo hizo con especial emoción, la procesión de la Virgen del Carmen en el puerto asturiano de Candás.
Como no cabía esperar menos, se detuvo también el orador en recordar los tiempos del pasado esplendor marítimo de Ribadeo. Cuando en los siglos XVIII y XIX los barcos de los armadores Ibáñez, Bengoechea y Casas cruzaban los mares con mercancías y pasajeros hasta los principales puertos de Europa y América, exportando e importando, no sólo mercancías, como el famoso kúmmel procedente de Riga o el lino, que luego se confeccionaba en la Casa Fábrica de Ribadeo, sino también cultura musical, como las habaneras tan apreciadas en Ribadeo, y las ideas liberales que dejaron su huella perenne en la sociedad ribadense. Un Ribadeo que comenzó su existencia, nos recordaba D. Victor Moro, como una pequeña comunidad de pescadores en Cabanela, que luego fue poblando el Ribadeo histórico que hoy conocemos, después de pasar un largo período escondido en la ensenada de la Vilavella. Un Ribadeo, más pendiente entonces del mar que hoy, y en el que sus calles de entonces ‘olían a mar’. Después de cantar los viejos tiempos de esplendor de esta villa, con su Escuela Náutico Pesquera, sus nombradas industrias conserveras, su flota artesanal y el transporte interior de la Ría de Ribadeo entre los puertos de Porcillán, Figueirúa, Castropol y Figueras, verdaderos lazos de unión familiar entre las gentes de las dos riveras, tuvo también un recuerdo especial para esos ribadenses señeros, como Justo Barreiro, Dionisio Gamallo, Calvo Sotelo o Daniel Cortezón, personas que contribuyeron a ensalzar la vida marinera de esta nuestra villa.
Y, finalmente, se refirió el pregonero, y lo hizo con vehemencia y manifiesta emoción, a las tradicionales procesiones de la Virgen del Carmen en el día de su fiesta, recorriendo en barco nuestra ría y sus puertos, acompañada de la devoción de nuestros marineros y de todos los ribadenses.
Un emotivo pregón, verdadera obra maestra del género, que los asistentes devotamente escucharon y aplaudieron con entusiasmo al final.-