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Ribadeo e as miñas cousas (chámalle Blog / Weblog / Bitácora / Caderno … )

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Ribadeo e as miñas cousas (chámalle Blog / Weblog / Bitácora / Caderno … )

UN EXPOLIO SIN ACLARAR. José María Rodríguez Díaz


Un caso, o das vidreiras, que hoxe parece esquecido, pero que que se saiba, segue sen ser rectificado en canto a procedementos, e polo tanto, pode volver suceder en calquera momento. Por certo, as vidreiras foron substituídas por outras novas…

Viernes, 18 de marzo de 2011
UN EXPOLIO SIN ACLARAR

Pasaron ya cuatro meses desde que trascendía la triste noticia del ya famoso expolio ejercido sobre las ocho vidrieras policromadas de la capilla del cementerio. Una destrucción, no sabemos si intencionada o no, de este precioso y artístico legado de nuestros bienhechores antepasados y orgullo del pueblo de Ribadeo, que nos recuerda las bárbaras actuaciones de los vándalos contra la capital del imperio romano. El concejo de Ribadeo, responsable de la tutela y conservación del patrimonio artístico del concejo, puso en manos de una escuela taller de Empleo ‘Ría do Encontro’, patrocinada por la Asociación ‘Puente de los Santos’, la restauración de la capilla del cementerio de Ribadeo, con el fin de contribuir, al mismo tiempo, a la formación de unos cuantos alumnos con vistas a su reinserción laboral y social. ¿Y qué pasó? Que el resultado de su actividad educativa y restauradora fue la destrucción de las hermosas vidrieras policromadas que adornaban la mencionada capilla, regalo de nuestros esforzados benefactores emigrantes e insigne tesoro escasamente presente en el arte decorativo de los templos gallegos, cambiando así para siempre la fisonomía de este lugar de oración.

Y aunque ante este hecho, tanto el pueblo de Ribadeo, como los gestores municipales y aun la misma oposición política siguen callados, sin pedir ni dar explicaciones de este atropello, algunos queremos saber y demandamos que se nos diga qué ocurrió, y quién o quienes son los responsables de este ignominioso siniestro.

Para empezar, el hecho ocurrido con estas vidrieras pone de manifiesto la incompetencia técnica de la dirección de esas escuelas taller. ¿O trabajan, acaso, improvisando, sin dirección y sin proyecto? ¿Es tan irresponsable nuestra administración local que pone en sus manos los valiosos elementos arqueológicos y artísticos de nuestro patrimonio, sin otro control que la improvisación y la ocurrencia de los alumnos de una escuela taller? ¿Quién puso en manos de estos alumnos la restauración de esta capilla sin un protocolo de actuación para velar y proteger sus tesoros artísticos? ¿Es esta la tutela que ejerce nuestra Corporación municipal sobre el patrimonio local?

Como pedí en otra ocasión anterior, espero que la única vidriera que se salvó de esta vandálica destrucción sea repuesta en su sitio original para que quede como testimonio del refinamiento y buen gusto de aquella generación de principios del siglo pasado y de elocuente contraste, al mismo tiempo, con la barbarie actual, y sirva de ejemplo de cara a evitar futuros errores en la conservación y tutela efectiva del patrimonio artístico local. Apelo a la responsabilidad directa del alcalde actual para que repare así, aunque sea muy parcialmente, el daño causado.

Y ante el silencio oficial que cubre este triste suceso, y que parece dirigido a condenar a un pertinaz olvido este atropello, el pueblo de Ribadeo, verdadero heredero y titular de estos tesoros, permanece también resignadamente ajeno y callado ante este lamentable acontecimiento, mientras oculta su rostro bajo las alas de su comodidad y de su pasotismo egoísta, permitiendo así que este lamentable hecho quede sumido en el olvido, como si nada pasara. Y si hoy nos callamos, olvidando lo ocurrido e ignorando la responsabilidad de los culpables de este atropello, mañana puede volver a ocurrir impunemente lo mismo.

Y los portavoces de los partidos políticos en la oposición, que tanto vigilan y tenazmente critican todos los pormenores de la gestión del gobierno local, el uno ocupándose de si los viales se arreglan o no en los períodos preelectorales; el otro pronunciándose sobre si las iniciativas ciudadanas para la construcción de una nueva Residencia para Ancianos deben pasar por las urnas para acreditar su respaldo, olvidando así el expolio de las vidrieras, a pesar de su condición de Jefe Provincial de Cultura y Patrimonio; y el tercero proponiendo la imposición de nuevas tasas al pueblo antes ya de alcanzar el gobierno local a través de las elecciones. Todos permanecen mudos ante este grave atropello, como si un pacto secreto sellara su boca.

Pero, aunque el gobierno local se calle, la oposición se olvide y el pueblo se inhiba, yo no me resigno, ni a callarme, ni a olvidarme, ni a inhibirme. Y, por la parte alícuota de responsabilidad que me toca como vecino de este concejo, reclamo que este triste atropello se esclarezca y se explique a la gente y se exijan las responsabilidades a que haya lugar en donde proceda.

LAS VIDRIERAS DEL CEMENTERIO DE RIBADEO. José María Rodríguez Díaz (2011)

    Vai para 14 anos, mais este episocio do blog de José María sobre as vidreiras do cemiterio, asunto tratado varias veces tamén neste blog, lémbrame o actual sobre o futuro das árbores de Ribadeo. Deixo tamén un par de comentarios que están desactualizados, e baixo deles, as ligazóns que os substituirían.

Sábado, 22 de enero de 2011


LAS VIDRIERAS DEL CEMENTERIO DE RIBADEO


• Publicado por jmrd_ribadeo a las 9:30


Ante el silencio general que rodea el triste acontecimiento de la destrucción de las famosas vidrieras de la capilla del cementerio acontecido hace días, hecho sobre el que, ni los políticos en la oposición, -que en el último pleno municipal no formularon ni una sola pregunta-, ni los responsables del gobierno municipal que no se preocupan de informar a la opinión pública sobre los responsables de tan triste acontecimiento, no está en mi ánimo callar y pasar página sobre este vergonzoso e inexplicable accidente. Un accidente que, sin saber cómo ni porqué, desposeyó a Ribadeo de un tesoro artístico, de los que no anda muy sobrado, despreciando al mismo tiempo las donaciones hechas por nuestros bienhechores y sacrificados emigrantes. Como ya saben los lectores, de las ocho excepcionales y artísticas vidrieras policromadas y plomadas, que adornaban los paños laterales de la capilla del cementerio de Ribadeo, donadas a principios del siglo pasado por los emigrantes ribadenses, hermanos Moreno Ulloa, sólo una se salvó de la destrucción vandálica institucional efectuada por una escuela taller de albañilería, que tenía asignado el objetivo de la restauración de la mencionada capilla. Una vidriera que se salvó de la destrucción para dar a nuestros descendientes testimonio del refinamiento artístico de nuestros antepasados y de la barbarie e incultura de la generación actual.


Porque dos son, principalmente, los puntos que llaman mi atención y sobre los que se demanda una clara explicación a las autoridades locales. Por una parte, aclarar cómo ocurrieron los hechos, y quién o quiénes son los responsables de tamaño atentado contra el arte y la propiedad. Y por otra, aclarar al pueblo cómo funcionan los diversos apartados de la administración local, en manos de quienes están y qué control se ejerce sobre su funcionamiento.


Sobre la primera cuestión no se ha dado explicación alguna hasta el presente. ¿Quién dio la orden de tirar las ventanas a la basura? ¿A quién o a quienes incumbía la responsabilidad de ejercer el control y el desarrollo de los trabajos a realizar por los alumnos de la escuela taller, encargada paradójicamente de la restauración de este inmueble? No hay respuestas. Un manto de silencio cubre este triste acontecimiento, manteniendo al pueblo en la ignorancia. únicamente tenemos las manifestaciones del responsable del taller de empleo interautonómico ‘Ría del Encuentro’, José Manuel Rodríguez, quien, en una declaraciones aparecidas el día 15 de enero del presente año en la prensa, manifestaba que el capataz de esa Escuela Taller había ordenado ‘a los alumnos retirar las vidrieras de una capilla del cementerio para restaurarlas, y si no se hacía, volver a colocarlas donde estaban’. Unas sorprendentes declaraciones que nos llevan a formularnos varias preguntas: ¿Por qué los alumnos de la mencionada Escuela Taller desobedecieron e ignoraron las órdenes de su capataz? ¿Qué se quiere decir con la expresión de que si no se restauraban tenían que volver a colocarlas en su sitio? ¿Era optativa para los alumnos esta operación? ¿Por qué no estaba el capataz al frente de los trabajos de restauración y dejaba solos a los alumnos? ¿Reunía el capataz los conocimientos requeridos y la competencia técnica suficiente para el desempeño de las obligaciones que demanda la dirección de una escuela taller de restauración? ¿Se hizo la selección de personal para la dirección de la escuela taller de forma adecuada?


Y en cuanto al control que la administración local ejerce sobre los valores artísticos y arqueológicos de Ribadeo ya nos hemos pronunciado en otros comentarios con ocasión de varios atropellos impunemente cometidos por nuestras autoridades municipales. Autoridades que se supone que tienen el sagrado deber de proteger, realzar y dar a conocer el valor cultural de los bienes que integran el patrimonio local. Atentados contra la antigua muralla de la villa de Ribadeo o contra el espacio de la Atalaya, contra el mismo entorno de la Casa Consistorial, etc. etc. En el caso que nos ocupa, sobre la restauración de la capilla del cementerio, parece que se han ignorado las normas más elementales que la prudencia aconseja sobre los bienes a restaurar y proteger. ¿Qué control ejercen las autoridades locales sobre la gestión y actividad de las Escuelas Taller que operan sobre los bienes culturales y arquitectónicos en nuestro concejo? ¿Quién planifica las actividades de la Escuela Taller? ¿Estaban incluidas esas vidrieras en el catálogo del patrimonio ribadense a proteger, elaborado por Eptisa, empresa redactora del Plan General de Urbanismo Municipal? ¿Se le había facilitado al capataz de la Escuela Taller un proyecto claro y preciso sobre los trabajos a realizar y sobre el valor de los elementos a restaurar y conservar? ¿Se había explicado, previamente, a los alumnos en qué consistiría la restauración del inmueble? ¿Se dejan, acaso, estas tareas sujetas a la improvisación del cualquiera, sin que los responsables del concejo supervisen los trabajos a realizar? ¿Se puede cerrar este lamentable accidente sin exigir responsabilidades a los gestores políticos y administrativos del concejo?


Ignoro el final de esta historia. Pero lo que pretendo con este comentario es que, descartada ya, lamentablemente, la recuperación de las vidrieras, el pueblo de Ribadeo tome conciencia de la falta de responsabilidad de las personas en cuyas manos hemos puesto la conservación de nuestro patrimonio y de nuestra historia local.


Y finalmente pido y suplico que la vidriera que se salvó del vandalismo sea restituida a su sitio original para que, al lado de las convencionales que se pongan para sustituir a las originales destruidas, sirva de lección para las futuras generaciones y de recuerdo y testimonio del refinamiento artístico y del amor a su pueblo de nuestros antepasados y de la barbarie vandálica cometida por la ignorancia de la actual generación y la desidia de los actuales mandatarios municipales.

José Mª Rodríguez

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