Reflexións varias de José María, con sombra alongada ata hoxe. Como outras veces, pódese estar ou non de acordo co autor, pero é case imposible non estalo con que, cando se escribiu o texto, a chamada de atención era necesaria.
Viernes, 24 de septiembre de 2010
COSAS DE RIBADEO
• Publicado por jmrd_ribadeo a las 21:58
Los movimientos de la vida política de Ribadeo parece que se van cocinando a fuego lento. Los candidatos estudian sus estrategias para medirse en esta campaña que se presenta muy dura. Parece que la discreción es la nota dominante hasta ahora. Nada nuevo para comentar, salvo la incorporación del candidato del PP, el Sr. Valín Valdés, al grupo de los que van a competir en la campaña por la alcaldía. Y a la vista de los candidatos que aspiran a la alcaldía, parece que de renovación política nada de nada.
Y mientras que en el concejo de Xove se arma la marimorena por causa del ascensor para acceder a la Biblioteca y la Casa de la Cultura, fuente de discusiones y desencuentros entre los diversos partidos, aquí en Ribadeo todos parecen encantados, gobierno y oposición, con el famoso ascensor panorámico de la Atalaya, verdadero portento de modernidad, foco de atracción turística y juguete en manos de la infantil clase política. Todo un éxito rotundo este verano, con más de 16 000 pulsaciones, según el alcalde, que como no fuera movido por ángeles, supone el uso que de el hicieron 16 000 personas, como mínimo. Las estadísticas no nos dicen si fueron 16 000 turistas o residentes. Todo un éxito. Claro que hay otra forma de analizar esta llamativa estadística. Y es que esas 16 000 personas son las que tendrían que haber accedido desde el puerto al centro de la villa, o a la inversa, utilizando las calles Antonio Otero o Amando Pérez, como siempre se hizo. Lo que les hubiera permitido a los turistas recorrer más calles y admirar más casas con blasones y otros rincones del casco antiguo de la villa, y a los contribuyentes del concejo de Ribadeo ahorrarles el tener que pagarles un transporte innecesario y gravoso en estos momentos de crisis. Pero, como siempre, las cosas no siempre responden a la lógica de un análisis objetivo, sobre todo en el mundo de la política.
Y como aquí el que no corre vuela, no faltan personas espabiladas que, para promover sus negocios particulares de ocio, pretenden utilizar en su beneficio la figura de una Asociación de Vecinos, desvirtuando así los fines que le son propios a cualquier asociación de vecinos, que no debían ser otros más que la defensa de los intereses generales de los vecinos y no los intereses privados de nadie. Personas que, con una afinidad directa con el mundo de los negocios nocturnos de ocio, pretenden recabar más tolerancia en la permisividad acústica de los locales nocturnos de ocio y que se les exima del cumplimiento de los horarios de cierre. Una grave irresponsabilidad para una asociación que parece que no se ajusta a los objetivos por los que, desde hace ya tanto tiempo, se lucha, ni al sentido de las sentencias que en este terreno dimanan constantemente de los tribunales, una de ellas referida, precisamente, a Ribadeo. Pretender instalar en la sociedad la primacía del negocio sobre la sana convivencia social y utilizar para ese fin la figura de las asociaciones de vecinos, no parece ser, ni el más honesto, ni el mejor camino elegido para una sana convivencia social. Más bajo no se puede caer. Esperemos que la errónea actitud de esta asociación, caso único en España, sea compensada con la sensatez de las autoridades locales. [sobre este tema]
Otro problema, candente si los hay, para el concejo de Ribadeo son las noticias, aireadas recientemente en la prensa, sobre el estado en que se encuentra la tramitación del Plan General de Urbanismo de Ribadeo. Parece que todo el trabajo hecho ha de ser sometido a revisión. La Ley do Solo y el Plan de Ordenación del Litoral parece que se interpusieron en su buena marcha hacia la aprobación final. Hay que volver a empezar de nuevo con un revisión profunda de la redacción para adaptarla a las nuevas normas. La incidencia que tienen en el Plan, tanto la nueva normativa aprobada sobre los núcleos rurales como la incidencia de la nueva configuración que supone la aplicación del POL en la mayor parte del concejo, exigen una revisión en profundidad del trabajo hecho hasta ahora. Y supongo que tendrá que volver a pasar por una nueva exposición pública para garantizar los derechos de los afectados, dado que los cambios que exige la adaptación a las nuevas normas suponen modificaciones importantes. Todo un problema que se veía venir y del ya nos ocupamos hace tiempo en estas páginas, mientras los responsables municipales permanecían a la espera de los acontecimientos. Esperamos que las autoridades se apliquen el consejo del antiguo catecismo del P. Astete: ‘Contra pereza, diligencia’.
Y no estaría demás hacer una sugerencia a las fuerzas vivas de la villa de Ribadeo. El bajo nivel de las celebraciones festivas de Santa María, la Patrona de esta villa, justifican de sobra abrir un período de reflexión, tanto a nivel municipal como popular, sobre el camino que a seguir en el futuro. Porque el pasado ‘mercado’ del día ocho de septiembre, -antes llamadas fiestas de la Patrona- dejaron un mal sabor de boca en todos los vecinos. El descontento fue general, salvo la oferta a los niños que, a pesar de estar alejada del centro de la villa, estuvo muy concurrida. Lo que demuestra que las atracciones no tienen porqué estar en el Campo de Santa Maria. Algo está fallando en este nuevo modelo de celebración elegido. El ombligo de la villa, que son sus parques de la Plaza de España, como un campo de refugiados se vio invadido de tiendas y carpas, y todo su espacio ocupado por vendedores ambulantes. El tradicional espacio central del parque dedicado años atrás a los conciertos de música fue desplazado para un rincón, en consonancia con el carácter secundario que hoy se le da a la música en las fiestas, para primar el sentido mercantil de la celebración sobre el festivo. Y aunque opino que las fiestas deben ser preocupación de los vecinos y no del gobierno local, no puede estar exento de responsabilidad un gobierno que se preocupa de cosas tan nimias como es la risoterapia y otras lindeces a las que nos tienen acostumbrados. Se impone una seria reflexión para encontrar el camino correcto en el futuro y conservar las mejores tradiciones, como hacen en nuestras parroquias rurales, verdaderos ejemplos de los que la villa de Ribadeo debe aprender. Importa, pues, no dormirse en los laureles, pues ‘en la tardanza está el peligro’, como le decía a Sancho D. Quijote en un pasaje de la inmortal obra cervantina.