Seguindo coa publicación dos artigos do blog de José Mª, hoxe vai esta entrada, publicada por primeira vez no blog O Cargadoiro o 11 de novembro de 2006.
Sábado, 11 de noviembre de 2006
La protección del litoral
• Publicado por jmrd_ribadeo a las 20:41
La ubicación de las piscifactorías en el litoral de la costa de Ribadeo ha creado división de opiniones entre la gente. Están a favor de ellas los propietarios de ciertas parcelas, situadas en el litoral, afectadas por su ubicación. Personas que esperan mejorar su posición económica con el valor de sus propiedades. También lo están aquellos otros que sueñan con colocar a sus hijos en ellas. Y nadie duda de que esa actitud es muy humana, pues a nadie le amarga ver mejorada así su fortuna.
Pero no faltan otras personas, particulares o colectivos, que, conscientes del impacto ambiental negativo que implica la instalación de esas industrias en el litoral, se pronuncian, no en contra de su establecimiento en nuestro concejo, sino en contra de su situación en lugares de especial protección y alta sensibilidad ambiental, como son los señalados por el LIC de As Catedrais y la zona ZEPA de la Ría de Ribadeo. Y lo hacen para salvar de la depredación humana lo que aún queda de bello en el litoral. Por eso, ante la falta de una adecuada planificación urbanística del litoral, ante la amenaza depredadora del hombre y, lo que aún es más grave, ante el incumplimiento de las leyes de protección de la naturaleza por parte de administraciones y particulares, levantan la voz en defensa de esos bellos parajes de nuestras costas, que aún hoy permanecen intactos, pero que van a quedar destrozados en breve si no se pone remedio.
Es sorprendente la ligereza con que las distintas administraciones, tanto la local como la autonómica, están tratando este tema. Los responsables políticos, encargados de velar por la protección del litoral, no sólo soslayan su obligación, sino que le vuelven la espalda, abandonándolo todo a la voracidad de los depredadores. En el caso de la piscifactoría de Rinlo, la administración autonómica, actuando con descoordinación entre sus distintas consellerías, facilitó la continuidad de unas obras en una zona de especial protección y que implican un grave daño para los espacios allí protegidos. El ayuntamiento otorgó una, al parecer, dudosa licencia de obra, al carecer del preceptivo permiso de Costas para la ocupación de la zona de protección y de la autorización de actividad por parte de la Consellería de Pesca. Unas actuaciones, contra las que tuvieron que proceder los tribunales, paralizando las obras. Y en esta línea, nos encontramos, al mismo tiempo, con otras muchas actuaciones sobre un territorio en peligro, con un futuro sin definir y sobre el que no se ejerce control alguno. Sin planificación alguna, se camina a ciegas hacia el futuro, improvisando las soluciones a los problemas que el día a día presenta. Vendrán luego las lamentaciones, como está ocurriendo con el paso de la autovía por Vilaselán y Piñeira.
Una mínima parte del litoral de este concejo ya está hoy protegido por el LIC, desde la Playa de Augas Santas hasta las proximidades del Castro de As Grobas, en Vilaselán, en donde comienza la zona ZEPA de protección de la Ría de Ribadeo. Pero, como reconoce la Xunta, en su Informe sobre el Plan de Urbanismo de Ribadeo, es una protección insuficiente, porque es muy limitada. Y es ineficaz, porque no se cumple ni se respeta. Es necesaria una Ley específica para Galicia, capaz de blindar el litoral que tenemos, frente a los proyectos expansionistas y especuladores de las grandes empresas e inmobiliarias. Es necesario ampliar la red de espacios protegidos para salvar lo poco que aún queda de ellos en el litoral. Es necesario despertar la conciencia social sobre estos temas y trasladarlos a los políticos, exigiéndoles claros compromisos en sus programas electorales. Y es necesario, también, limitar a los concejos las competencias en urbanismo para evitar las consecuencias, siempre posibles, de ceder ante las presiones de los dona ferentes de siempre: promotoras e inmobiliarias. Porque, de continuar por este camino de urbanismo incontrolado, fruto de la demasiada discrecionalidad de que disponen los concejos en el tema de urbanismo, llegará pronto el momento en el que la gallina de los huevos de oro se agote, y nuestros hijos no tendrán ni un trozo de espacio natural para poder tomar el sol frente a la mar o jugar a los bolos.-