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Segunda parte del Diario de un Confinado en Olavide. ¡QUE TRISTE ESTÁ A ALDEA QUE TRISTE E QUE SOLA! Ángel Alda


Fiestas del Ribadeo Indiano del año pasado

¡QUE TRISTE ESTÁ A ALDEA QUE TRISTE E QUE SOLA!

Viernes 10 de julio

Así empieza un famoso poema de Curros Enríquez:

“¡Que triste está a aldea,

que triste e que sola!

¡A terra sen frutos, a feira sen xente,

sen brazos o campo,

sen nenos a escola,

sen sol o horizonte, sen flor a semente!”

Son los gallegos poetas por razón de tierra y de clima. Esas nieblas de la mañana. Esas nubes rojas y naranjas del poniente. El canto de los pájaros. El toque de campanas de la iglesia del pueblo. Las sirenas del astillero anunciando las horas de entrada y salida al trabajo.

Vives rodeado de luces cambiantes. A lo largo del día puedes disfrutar de sol, de lluvia, de viento, de todos los fenómenos atmosféricos. Tienes tiempo para lecturas, para cocinar, para caminar por los campos. Y hasta para pensar.

Pensar en aceptar otros cinco días de confinamiento. Cuando el propio presidente de la Comunidad Autónoma de Galicia había anticipado que se levantaría el control de movimientos resulta que no. Se amplía el periodo de cierre comarcal otros cinco días. Vuelve uno a pensar en el mundo raro este. Un mundo en el que al gobierno de España le resulta casi imposible decretar confinamientos sin solicitar la declaración del estado de alarma al parlamento y sin embargo un gobierno regional puede ordenarlo sin mayores complicaciones. Ni siquiera necesita un acuerdo del propio gobierno, del parlamento regional o de un juez territorial. Incluso un gobierno, en este caso el vasco, se permite prohibir el voto a los afectados por la epidemia. Misterios.

Pasado mañana tenemos elecciones en Galicia. Todo el mundo da el resultado por sabido. Es lo que hay.

Esperaba, con el confinamiento levantado, terminar estas pequeñas anotaciones diarias. Pero creo que hasta el miércoles próximo puedo seguir escribiendo alguna que otra crónica. He notado hoy una gran desilusión entre la gente de Ribadeo. Hoy en situación normal, hubiera empezado la fiesta de los indianos. Una explosión de alegría incontenible en las calles. No lo van a tener. No se lo merecen. Por eso me acordé de Curros y de su triste aldea.

El lunes vuelvo. Les contaré lo de las elecciones.

Buen fin de semana.

Ángel


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