Eh, esas instituciones ¿no me digáis que vais a dejar que se abra un hotel basado en un proyecto al que le faltan informes, y tramitado de forma irregular? Estamos esperando a que alguien reaccione. Es que no movéis un músculo. El Defensor del Pueblo pone en evidencia la chapuza y ¿qué sucede? Puertos dice hace más de un mes que va a consultar a su gabinete jurídico para elaborar una respuesta, y no se sabe qué pasó desde entonces. La Xunta dice que todo está en orden pero que no es de su competencia…, pues si no lo es que explique en qué basa su certeza. El alcalde de Ribadeo dice que lo que hagan Puertos y la Xunta con la Isla Pancha no es asunto suyo. Que, para él, tomar cartas en el asunto, implicarse, mojarse, es ser un kamikaze. Menudo suicidio político, lo entiendo. Revisar otros informes además de los propios, qué desgaste, qué despilfarro, qué sinvivir, una petición completamente fuera de lugar para el alcalde de la Isla Pancha. Sobre todo si lo pide el Defensor del Pueblo, quién es ése, como si lo dice un feriante un miércoles al mediodía, a pleno sol, después de un vino y una tapa de callos. El Defensor de quién, ¿del Pueblo? Que concepto más antiguo, ya no se lleva eso. Que las instituciones defiendan al pueblo, en su conjunto, o lo que le pertenece, o el patrimonio, o chorradas de ese calibre. Si las instituciones son públicas no es porque nos representen, es porque el pueblo las mantiene, las paga, les vota, esa es la realidad, el resto es caridad cristiana. Las administraciones públicas defienden cada vez más lo privado, la iniciativa privada, lo exclusivo, con mayor o menor ruido, van soltando lastre económico para desentenderse después. Salvo cuando hay -tiene gracia- público. Entonces, algunos van hasta a decir que no se concederá la licencia de actividad al hotel en el faro si no se deja entrar al pueblo en la isla (25/11/2016). Pues señor alcalde, estamos esperando. Sea coherente. Estamos esperando a que se ponga delante de la puerta de la isla a gritar “Illa Pancha somos todos”, como lo hicimos nosotros el 14 de agosto de 2016 en las puertas de su ayuntamiento, el suyo, gente que también tiene trabajo, familia, y están censados en Ribadeo, como usted. Aún no lo acabo de entender. Perdone que me dirija especialmente a usted, pero es que sé que usted lee este periódico, ya sé que no es el único responsable de que un proyecto como éste salga adelante, pero no se quite importancia definiéndose como el último eslabón de la cadena, porque eso significa también tener la última palabra, una palabra reglada y móvil como una licencia, ya sea de obras o de actividad.
Esto no es una simple “polémica”, una polémica no dura 2 años sin motivo. Estamos esperando responsabilidades y decisiones de esas instituciones que recibieron el aviso del Defensor del Pueblo de que pararan las obras hasta arreglar el desaguisado. Defiéndanse ustedes con actos definitorios, con pruebas y con informes, no con evasivas, con silencios o con abstenciones, porque una falta de reacción significaría el desprecio de las leyes y de la democracia más básica. Porque nosotros, en “Por nuestro faro”, seguimos en movimiento. Y no nos desviaremos ni un ápice de aquello en lo que creemos. Y esto no sé si las instituciones lo saben, pero el pueblo, sí.
Covadonga Suárez, colectivo “Por nuestro faro”