José Mª. Rodríguez, Portavoz de la Plataforma pro Residencia de Ancianos de las Asociaciones de Vecinos de Ribadeo
La progresiva decadencia demográfica de Galicia y el envejecimiento de su población no solo provocan la magnitud del problema actual, sino que presagian el negro futuro que le espera a la gente mayor de esta Comunidad. Concentrarla en macrogeriátricos es la solución que el PP pretende dar a este grave problema desde la Xunta. Aquella tan cacareada promesa de “acercar los servicios a los ciudadanos”, que utilizaron como pretexto para justificar la implantación del ruinoso Estado de las Autonomías, es ahora conjugada en pasiva con su nueva política de “acercar los ciudadanos a los servicios”. Porque esta es la solución que la Xunta está ofreciendo hoy a este grave problema. Condenar a los ancianos a acabar su vida, concentrados en lejanas residencias, alejados de su entorno familiar y vecinal, sin importarles el sufrimiento y la pena con que vivirán sus últimos días y el perjuicio económico que esta separación implica para ellos y para sus familiares. Pero esto es lo que se impone cuando el dinero público es consumido sin escrúpulos por una clase política que, enchufada en las instituciones superfluas de la sobredimensionada estructura actual del Estado, devora insaciable la mayor parte de los impuestos de los contribuyentes. Ellos al bollo y… ¡los viejos al gueto!
Porque, ¿qué otra cosa pretende, sino, el PP con su política de apoyo y respaldo a las grandes residencias, como la que presta al proyecto de ese nuevo Gaiás que es el macrogeriátrico que una empresa privada pretende construir en los montes de Guitiriz? ¿Qué otros intereses le mueven a colaborar con ese gran proyecto privado en un lugar tan aislado y difícilmente asumible para la capacidad económica de la mayoría de las familias gallegas, mientras niega su ayuda a la creación de pequeñas residencias públicas en las poblaciones? ¿O no es eso, acaso, lo que está haciendo Beatriz Mato desde su Consellería, con su negativa a participar en la construcción de una residencia para Ribadeo, tan apremiantemente demandada por este Concejo? Concentrar los ancianos en un monte aislado, alejado de la población de origen de los acogidos y de sus familiares y vecinos, es elegir la solución de aquellos famosos guetos, de infausto recuerdo, en los que otras culturas de triste memoria confinaban a ciertos colectivos que consideraban indeseables. Una solución inhumana, rechazada por los sociólogos que recomiendan la construcción de residencias pequeñas, integradas en la sociedad a la que pertenecen los acogidos. ¿Pero, qué se puede esperar de una Conselleira para la que su promesa de reanudar el diálogo con la comisión de este Concejo en esta primavera no fue más que un “flactus vocis”?
Y, salvando la favorable adhesión del señor Valín Valdés, portavoz municipal del PP, a las reclamaciones de una residencia para Ribadeo, ¿cuál ha sido la actitud del Presidente de la Agrupación del PP de este Concejo ante las clamorosas demandas del pueblo, proclamadas por sus Asociaciones de Vecinos? La respuesta del Presidente local del PP, “et cum illo quibusdam aliis ejusdem furfuris”, afectados de tortícolis de tanto mirar hacia Santiago, no ha sido otra que una acerba crítica en los medios de comunicación contra la pasada manifestación pro residencia y demás actuaciones llevadas a cabo por las plataformas reivindicativas, vecinales y municipales, de este Concejo. Temeroso de que otros partidos se coloquen los laureles del éxito en la próxima contienda electoral ha optado por una cobarde y servil sumisión a la postura negativa de sus dirigentes políticos, no dudando en sacrificar los intereses de los vecinos de Ribadeo a su personal interés político. Eso es, al menos, lo que el presidente del PP de Ribadeo manifiesta con su aplauso a las actitudes de la Conselleira de Benestar, empeñada en condenar a los ancianos del Concejo de Ribadeo a pasar sus últimos días, generalmente contra su voluntad, en residencias tan alejadas como Vigo, Chantada, Quiroga, etc., sin importarle ni el sufrimiento, ni el coste económico que esa lejanía supone para ellos y sus familiares. Un trato bien distinto al que, con su política de acercamiento, están dispensando a los mismísimos presos de ETA.
Pero frente a esta negativa sensibilidad del PP, y a su pesar, tanto las Asociaciones de Vecinos de Ribadeo, como los portavoces de los partidos políticos de este Concejo y todos apoyados en este esfuerzo por la Diputación Provincial, continuarán sin descanso su lucha hasta la consecución de la meta propuesta. Un objetivo urgente para esta villa y que los ribadenses ansían ver pronto hecho realidad.